Iñaki Alonso

Estamos en un tiempo de cambios profundos, ¡más nos vale!, y si no lo percibimos muy intensamente,  es porque tienen más un formato de metamorfosis que de revolución,  en el sentido de que van ocurriendo de manera más silenciosa y profunda, que espectacular. Los viejos esquemas están cambiando. La era de la información y la tecnología está transformando nuestras formas de relacionarnos y al final, desde sAtt, lo que diseñamos son espacios para las nuevas relaciones entre las personas y con el planeta; por eso incidimos tanto en los nuevos conceptos del CO como los cohousing o coworkings.

Estamos cambiando las relaciones, estamos pasando de las máquinas a las redes, del determinismo a los sistemas vivos, de las estructuras verticales a las horizontales, de la estabilidad a la incertidumbre y el caos,  del  control burocrático al autocontrol ético, del individuo al equipo, de la obediencia al compromiso, del centralismo al federalismo; y en este devenir aparecen las reflexiones desde la arquitectura para dar cabida a estos cambios.

Pasamos de estructuras cerradas de los despachos de las oficinas tradicionales al Open Space, espacios abiertos para que todo el mundo trabaje conjuntamente. Nos vamos de un extremo al otro, simplemente porque hay que innovar. Es obvio que estamos en pleno proceso de transformación metamórfica hacia estructuras más complejas y caóticas pero también es necesario heredar y buscar los puntos de equilibrio de las estructuras ordenadas que sean capaces de darnos los puntos de anclaje que nos permitan refugiarnos del devenir constante, tal y como hace la naturaleza.

Por esta razón planteamos una arquitectura dual, una arquitectura caórdica para el desarrollo de los nuevos espacios de trabajo:

Una arquitectura que sea capaz de diseñar espacios de orden donde las personas y las empresas pueden generar productividad, donde pueden refugiarse del ruido, del caos;  espacios tranquilos, de formas suaves, colores claros, con una estudiada psicología ambiental, espacios sanos y muy confortables, lo que llamamos espacios de privacidad.

Y que, por el contrario,  en esta idea de la arquitectura caórdica; incluya otros espacios preparados para la creatividad, para el encuentro, para la inspiración. Espacios relacionados con los otros y otras, con la incertidumbre (no sabes que te va a pasar, que evento te vas a encontrar, que personas puedes conocer, que proyectos pueden surgir), son espacios cargados de arte, de reflexión continua. Y en ese mundo del caos, catalizador de las relaciones humanas, también se hace una reflexión de nuestra relación con el entorno medioambiental.

Son espacios donde tiene que haber información sobre los objetivos de las empresas y de las personas que habitan el edificio en relación a los ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible, información del edificio sobre los criterios de sostenibilidad adoptados, y una relación muy directa con la incorporación de la propia naturaleza al lugar. Estos espacios de caos deben ser de absoluta flexibilidad y adaptación al uso que sea necesario en cada momento: una conferencia, una clase de yoga o un concierto, etc.;  por lo tanto se configuran a través de una serie de dispositivos, muebles de fácil desmontaje, traslado y almacenaje, para poder adaptar el espacio a las necesidades del momento.