Senbazuru Agile Learning Center: el inicio de un nuevo proceso colaborativo

La nueva sede del Senbazuru ALC (Agile Learning Center) es nuestra primera incursión en la planificación, diseño y ejecución de obra de un centro educativo. La escuela, promovida por Origami for Change, una entidad que aboga por el desarrollo de actividades que promuevan una mejor calidad de vida, la sostenibilidad socioambiental y la igualdad de oportunidades, se concibe como “un centro de innovación social”, según sus propias palabras. 

La necesidad de expandir el centro educativo y adaptarlo a las necesidades de los cada vez más alumn@s del colegio hacía imprescindible una mudanza.

La elección del terreno y sus criterios

El primer paso fue encontrar una parcela que se ajustara a lo que quería la comunidad. Los criterios seguidos en esta búsqueda comprenden el ámbito pedagógico, el ambiental, el estético y el urbano, por lo que la elección del terreno no era una cuestión baladí. 

Finalmente, se encontró en El Boalo (Comunidad de Madrid) una parcela que cumplía con todos los requisitos: tenía que ser grande, encontrarse en el casco urbano del pueblo, estar en contacto directo con el entorno natural y adecuarse a un uso educativo.

Primeros talleres de codiseño

Después de encontrar una parcela acorde y de iniciar un proceso de financiación aún en desarrollo, ha dado comienzo un proceso de codiseño que implica tanto a sAtt como a todas las personas de la comunidad Origami. En él estamos aplicando todo lo aprendido en el desarrollo de otros procesos de acompañamiento y diseño participativo -como el de Entrepatios Las Carolinas– y estamos interiorizando nuevos conceptos que llevaremos a la práctica durante la planificación y construcción del colegio.

En las fases previas se realizaron talleres en los que niños, niñas, familias, trabajador@s y soci@s moldearon su visión de lo que quieren que sea Senbazuru. Con esta base se ha llegado a los primeros talleres de codiseño, en los que sAtt y Origami hemos empezado a diseñar los espacios de la escuela valorando toda una serie de elementos: la sostenibilidad ambiental del edificio, la salud de las personas que trabajarán y convivirán en él, las peculiaridades estructurales del centro y las necesidades espaciales y organizativas de la escuela.

La disposición del edificio se adaptará a las condiciones bioclimáticas de la parcela, tratando de aprovechar al máximo las orientaciones sur y este, las más favorables para captar la radiación solar en invierno y minimizar el consumo energético durante los meses más fríos.

Se buscará la mayor eficiencia energética posible a través de sistemas pasivos que reduzcan la demanda energética (aislamiento, autoabastecimiento a través de placas fotovoltaicas, etc). Todo ello se conjugará con sistemas activos de alta eficiencia energética y bajo consumo.

También se ha buscado incorporar los materiales más sostenibles dentro del presupuesto disponible, teniendo en cuenta la vida útil del edificio y su generación de CO2.

Espacios alternativos para metodologías alternativas

Una metodología de aprendizaje diferente demanda necesidades espaciales diferentes. Como se observa en los bocetos y planos, la estructura del edificio dista de ser la habitual para una escuela. El centro se basará en la metodología de aprendizaje ágil, por lo que no habrá aulas, sino espacios de aprendizaje versátiles; se favorecerá la interacción flexible con las distintas áreas del colegio, en las que se fomentará un aprendizaje autodirigido, en contacto con la naturaleza y cimentado en el aprendizaje vivencial y la realización de proyectos.

Por sus particularidades, este es un proyecto especialmente estimulante para nosotr@s. En él, tendremos que aplicar los principios medioambientales, sociales y económicos que conforman el Triple Balance en un contexto, el de las metodologías educativas alternativas, que es nuevo para sAtt. ¡Nos encantará compartir este proceso con vosotr@s!