04 May La Pimienta Roja. Kenia
Un proyecto realizado con Urko Sanchez Architects y Fernando Navadijos, entre los años 2007 y 2009. La casa-hotel de la Pimienta Roja, recibe su nombre de los propios árboles del lugar, arboles de la pimienta roja, en tiempos muy cotizados por los árabes de la zona por su apreciada semilla. La edificación está situada en una maravillosa parcela junto al mar y posee una gran diversidad de especies vegetales y animales en su interior. Está a diez minutos andando de Lamu, en la costa Este de África, al norte de Kenia casi frontera con Somalia y fue seleccionado por Conde Nast como uno de los 10 mejores hoteles de África 2011.
Probablemente el mayor reto fue cómo introducir en el entorno una construcción de unos 1.500 m² sin que generase un impacto excesivo. Intentar que la naturaleza siga siendo la protagonista y establecer una relación equitativa fueron algunas de las claves que nos llevaron a que la vivienda adoptase la forma tan singular que la caracteriza. El primer condicionante que nos llevó a esta estrategia de dispersión por el terreno fue la variable climática, después de un riguroso análisis sensorial del sol y los vientos, el Kusi y el Kaskasi, entendimos que la mejor manera de combatir el calor excesivo era aprovechar al máximo la ventilación natural. Para ello repartimos las diferentes estancias del programa por el terreno y colocamos un buen sombrero sobre ellas para la protección de un sol inquisidor y vertical, estábamos en la latitud -2ºS. Esta estrategia ocupaba más terreno y había que adaptarse a su naturaleza exuberante, por lo que procedimos a realizar un trabajo de campo exhaustivo, llegando incluso a replantear la huella del edificio en el espacio más favorable y despoblado de arboles, para luego llevar los datos a los planos, y terminar el proyecto. La relación entre los planos y el replanteo continuo del proyecto en el lugar fue un aprendizaje muy rico, fue la manera de poder llegar a entender y proyectar esa relación estrecha que quería y necesitaba establecer la arquitectura con el lugar.
La estrategia y la forma definitiva se adaptaban a criterios que consideramos ecológicos desde la perspectiva de la bioclimática y de la relación con el entorno, pero los materiales no se quedaron atrás. La cubierta se hizo con tecnología y material local, es el ancestral Makuti sobre estructura de madera que utilizan en la zona pero adaptado a una forma sinuosa y orgánica que simula esa cresta de dragón que asoma entre los árboles. Debajo del gran sombrero que podría albergar una manada de elefantes (“El principito” de Saint-Exupéry siempre presente en Africa), se encuentran las estancias del hotel, construidas con piedra local extraída en una cantera a menos de 5Km y cal de una cantera local, únicamente el cemento viene de fuera de la isla.
Este ha sido uno de los proyectos más estimulantes y gratificantes que hemos realizado, no solo por el hecho de trabajar en un lugar diferente, con una parcela envidiable, una propiedad soñadora y un gran equipo con Urko, Fernando, Ismael, Francesco, etc…, sino por la obligación de tener que desaprender gran número de cosas para poder recibir y escuchar que es lo que estaba pidiendo el lugar y el cliente.
Por otro lado me gustaría resaltar el equilibrio logrado entre tradición y contemporaneidad, unas formas atrevidas y modernas construidas con tecnología low-tech, local y sencilla, un concepto del habitar la naturaleza diferente a lo local, abierto y disperso, construido con la técnica del lugar, bloque de coral, morteros mixtos de cal y cemento, y la herencia de la tradición cultural swahili en los detalles decorativos, tan estudiados y redefinidos por Urko.
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