17 Abr Sostenibilidad, versatilidad y rapidez: las múltiples ventajas de construir con madera CLT
Os hemos hablado en múltiples ocasiones de la madera CLT. Pero ¿qué es exactamente y por qué la hemos elegido como material estructural en todos los edificios de vivienda que hemos diseñado para Distrito Natural?
Para comenzar a entender qué es este material, tenemos que partir de la definición de la madera aserrada, que es la base de todos los productos constructivos basados en la madera. Según AITIM (Asociación de Investigación de las Industrias de la Madera), la madera aserrada son las “piezas de madera maciza obtenidas por aserrado del árbol, generalmente escuadradas, con caras paralelas entre sí y cantos perpendiculares a las mismas”.
A partir de esta madera aserrada se derivan nuevos productos, como es el caso de los diferentes tipos de madera técnica. Llamamos madera técnica –o de ingeniería- al producto originado por la combinación de piezas (tablas) de madera con un agente aglutinante. Esta unión se realiza con sistemas de adhesión a base de soluciones de dos componentes y de curado en frío. Existen múltiples productos asociados a esta definición, pero nos vamos a centrar en los dos más frecuentes en la construcción de edificios en madera: GLULAM y la madera CLT.
GLULAM, o madera laminada encolada, es una madera técnica formada por la unión por sus cantos o por sus caras de tablas de madera. “Con esta nueva sección de madera técnica se pueden alcanzar longitudes y escuadrías ilimitadas, y funciona como una única unidad estructural”, dice Pablo Medina, de Woodea. “Este tipo de madera garantiza una estabilidad estructural muy superior a la madera aserrada, ya que está homogeneizada y se le han quitado todas las anomalías de un elemento natural (nudos, fendas, heterogeneidad, etc.)”, añade.
Por fin llegamos al CLT (Cross Laminated Timber), el material que se está utilizando en Tomás Bretón y Pirita, los dos edificios de covivienda ecológica que hemos diseñando y que está promoviendo Distrito Natural en Madrid, y que también se utilizó en Entrepatios Las Carolinas, el primer cohousing en derecho de uso de Madrid.
El CLT se compone de capas de madera aserrada encoladas con uso estructural, de modo que la orientación de las fibras de dos capas adyacentes es perpendicular entre sí, a diferencia de la madera GLULAM, en la que están orientadas en la misma dirección.
Asegura Pablo Medina que el CLT “es el elemento que ha popularizado el uso de madera en edificación en altura, ya que es muy sencillo de utilizar y ofrece una gran versatilidad estructural”. Pero estas no son sus únicas ventajas:
- Es un material renovable y de bajo impacto ambiental, sobre todo si, como es el caso, proviene de bosques gestionados de manera sostenible, algo que aseguramos con la certificación FSC España.
- Las estructuras de CLT ofrecen altos niveles de eficiencia energética, permitiéndonos ahorrar en climatización.
- Asegura tiempos de construcción más rápidos en comparación con otros materiales. Dos ejemplos: la estructura de Pirita tardó en levantarse unos dos meses y medio, mientras que la de Tomás Bretón, actualmente en curso, se estima que llevará unos tres meses de trabajo.
En cuanto al tema que nos ocupó en el anterior artículo, en el que analizamos el comportamiento ante el fuego de la madera, así como su combustibilidad, cabe destacar que la madera laminada en general -y el CLT en particular- puede ofrecer una mayor resistencia al fuego y seguridad estructural que la madera tradicional, e inclusive que muchos otros materiales utilizados frecuentemente en la construcción de viviendas tradicionales. Y no sólo lo decimos nosotros; en un informe realizado en Canadá, basado en una prueba de fuego a gran escala realizada en directo y a la que asistieron bomberos, representantes del sector de las aseguradoras, ingenieros, arquitectos y reguladores del ámbito de la construcción, se concluyó que “la madera maciza puede funcionar muy bien en un escenario de incendio en el poco probable caso de que los sistemas de rociadores fallen y el cuerpo de bomberos sea incapaz de responder”.
Si se asegura la correcta gestión de los recursos forestales a través de certificaciones como la de FSC España, la madera -no solo el CLT- es un material robusto, durable y ecológico, ya que actúa como sumidero de carbono. En el caso de Pirita, por ejemplo, el Análisis de Ciclo de Vida realizado por Ecómetro arroja un resultado de 464 toneladas de carbono biogénico «secuestrado» en su interior. El carbono biogénico es el propio de la descomposición de la materia orgánica. Con el uso de la madera en la construcción, conseguimos que ese carbono no se emita a la atmósfera.
Sólo con este tipo de medidas, unidas a otras muchas orientadas a aumentar la eficiencia energética de los edificios y a combatir los combustibles fósiles, podremos aspirar a alcanzar los objetivos que nos marca la recientemente aprobada EPBD y el ambicioso objetivo Net Zero 2050, es decir, las cero emisiones para el año 2050. Lo que ahora es innovación debe convertirse en más que una costumbre; una nueva metodología que nos lleve a la imprescindible descarbonización total del sector de la construcción.
Los comentarios están cerrados.