Iñaki Alonso

Aquí van una reflexiones después de vivir una experiencia este 2016 en un centro Ayurveda en la India. Con la excusa de la posible implantación de un centro similar en España he realizado una visita a la cultura de los antiguos Vedas.  Para afrontar un proyecto de estas características era necesario analizar de cerca y vivir este tipo de experiencias. Sentir en las propias carnes lo que significa la medicina tradicional India, el Ayurveda.

Para los que no lo conozcan es una cultura sobre la salud, propia de la India, de la época de los Vedas, con más de 3.000 años de antigüedad y que se ha ido transmitiendo oralmente de generaciones en generaciones. Actualmente está en pleno rescate del pozo del olvido. En su revivir y expansión, la OMS ha reconocido su valor actual y sus méritos, que tampoco es santo de mi devoción pero algo significa. En la India existe una carrera universitaria de 5 años y es un sistema de salud reconocido y establecido, donde cada persona puede elegir si tratarse desde la medicina alopática o Ayurveda. Además de la India se están abriendo centros de tratamiento en diferentes países como Alemania, Francia, EE.UU, etc…

Casi tiramos 3.000 años de cultura y tradición a la basura con nuestra visión simplista y nuestra obsesiva globalización. Gracias a que en la India están muy arraigadas las tradiciones y no se han eliminado ahora es más fácil rescatar ese conocimiento y ponerlo en valor. No quiero decir que todo lo que se ha hecho desde occidente esté mal, creo que fue buena medida por parte de los ingleses en su momento cargarse la tradición de las mujeres de inmolarse en la pira funeraria de su marido en el Ganges, y otros aspectos importantes que ha exportado la cultura occidental en contra de ciertas tradiciones brutales. Pero con esa bandera nos hemos permitido hacer auténticas atrocidades en las culturas locales a lo largo de todo el mundo a través de las diferentes colonizaciones.

El Ayurveda no niega ni se enfrenta a la medicina alopática, la reconoce y la valora en todos sus aspectos, y no voy a entrar en el clásico debate reduccionista de esto o lo otro. Partiendo de un reconocimiento de la historia y la cultura, además de haberla experimentado en la realidad,  ahora es necesario ver cómo aplicarlo a la arquitectura en nuestro contexto para un posible proyecto en Guadalajara.

Después de una semana allí, yo creo que con el título se resume todo ¿Es un  monasterio, un hospital, un resort, una escuela? Y es que al final la experiencia tiene de todo un poco, es una perspectiva holística y compleja de enfrentar la vida, la salud y la enfermedad.

¿Un monasterio o convento?

La vida durante los 8 días que permanecí en el centro es bastante monacal, con respecto a las rutinas y los hábitos, desde los maitines hasta la ; 6.30 am paseo, 7.15 tratamiento de despertar, 7.30 Yoga asanas, 8.00 Tratamiento masaje, 9.00 desayuno, etc… con espacios de descanso y retiro a la “celda” y todo estructurado en torno a tu diagnóstico y tratamiento. A las 21.00 retiro a tu habitación, pero los rebeldes a la excesiva disciplina charlan en el jardín planeando una revolución más.

Las enfermedades se enfrentan desde lo físico, lo mental y lo espiritual. Los tratamientos de Yoga Asanas, Yoga Pranayama y meditación trabajan la salud de la mente y el espíritu, que levante la mano quien está libre de neurosis !!!

¿Un hospital?

Nada más llegar y acomodarte tienes la entrevista con el doctor, una conversación de dos horas. El doctor se levanta de su mesa y se sienta contigo en un silla tu lado para establecer una conversación más cercana y hablar de cómo entiendes la vida, y cuál es tu problema de salud. Te hace una serie de preguntas sobre tus hábitos, enfermedades etc.. y una oscultación tensión, manos, pies, etc.. . En función del diagnóstico va el tratamiento con más énfasis en medicamentos o en alimentación o en Yoga. El doctor te explica el funcionamiento del Ayurveda en los tres planos, físico, mental y espiritual pero el éxito total del tratamiento depende de que cada uno ponga el 100% en cada uno de los tratamientos.

Es un hospital porque hay un porcentaje de enfermos muy alto, cáncer, parkinson, enfermedades raras, alergias, reumas, depresiones, etc.. pero hay otro porcentaje que acude al Ayurveda como tratamiento preventivo, de rejuvenecimiento o bien de cambio de hábitos. En la cena, los que se sientan en la mesa común, que son la mayoria comparten sus penas y sus alegrías. Es un hospital pero no lo parece, se come bien, se disfruta de los espacios, y hay lugares de encuentro que no son pasillos incómodos ni salas de espera.

¿Un resort?

Si puede parecerse más a un resort lo que pasa es que la pulserita incluye otro tipo de cosas, y el ocio está un poco más enfocado hacia lo más interno de cada uno.

¿La arquitectura puede curar? Sería una afirmación un poco arriesgada pero lo que sí que es seguro es que una buena arquitectura, un buen diseño, la calidad de la luz, la armonía de los espacios, genera un contexto más eficiente para estar bien, y por qué no, para curarte. Si que puede parecer un resort, buenas instalaciones, jardines espectaculares, biblioteca, buena comida, … pero no hay piscina solo un gimnasio para ejercitarte un poco.

¿Un centro de formación?

En el lugar existen más de 500 plantas medicinales que se utilizan de diferentes maneras. Este es el proyecto menos desarrollado pero que están implementando en este momento. Puedes recibir formación sobre los diferentes tipos de plantas, cómo se elaboran y para qué sirven, puedes aprender a realizar tus propios medicamentos y formas de mejorar la salud, sin farmacéuticas ni dependencias. Esta parte es muy revolucionaria porque empodera a las personas en la generación  de su propia salud.